Una mujer activa se mantiene sana debido a su ritmo de vida. Esto no significa estar corriendo con los ajetreos diarios sino mantener una rutina tranquila que, también, incluya un espacio dedicado solo a hacer ejercicios, ya sea desde casa o en un gimnasio.
Cuando se acostumbra el cuerpo a un rutina de ejercicios se previenen enfermedades relacionadas al corazón y el sistema cardiovascular, además se disminuye significativamente el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes o la obesidad.
Solo se necesitan 30 minutos al día de ejercicios de intensidad moderada o 15 minutos de actividad fuerte.
La vida cambia por completo no solo a nivel físico sino espiritual.
Es recomendable por lo menos hacer caminatas diarias para mejorar el funcionamiento del organismo.
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Gerardo Contreras
Con información de otros medios