Ya es frecuente escuchar excelentes comentarios en diversos lugares del mundo sobre lo bien que se come en la isla de Margarita. Y es que ha funcionado el pase de información «boca a boca» entre visitantes nacionales, turistas internacionales y entendidos que monitorean los avances de los variados establecimientos y emprendimientos gastronómicos allí asentados.
La isla cuenta con opciones gastronómicas para todos los gustos, y también al alcance de todos los presupuestos, así como centros de compras con productos de calidad mundial.
A Margarita hay que visitarla, no solo en carnavales y fechas festivas, o en Seemana Santa, sino siempre que se desee disfrutar las maravillas de la vida y estar en armonía con la naturaleza. Además, de contemplar las memorables playas y vistas que baña nuestro mar Caribe.
Qué cuenta Montenegro: su selección de restaurantes Top 3
Para el diario, El Universal, Álvaro Montenegro, gran amigo y entendido en temas de gastronomía y turismo, reseñó lo que son para él los tres mejores restaurantes de la Isla de Margarita, la nota se da luego de que el columnista publicara una crónica de los hermosos paisajes de la isla de Margarita durante Semana Santa.
En su escrito, se menciona la gran oferta gastronómica existente en la isla “un ambiente bendito que hace explotar las más deliciosas sensaciones en los paladares” expresa Alvaro en su reseña.
Y pasa a mencionar tres restaurantes que destacan sobre el resto. Habla de La Casa de Esther, en Pedro González, Casa Mejillón, en La Guardia, y Apostadero, en Porlamar. «Si fuéramos inspectores de la célebre Guía Michelin, le daríamos tres estrellas a esos tres restaurantes«.
La Casa de Esther, en Pedro González
Se establece en una casa colonial, al frente de la plaza Pedro González. Allí recibe clientes hasta las 5 de la tarde. Al entrar da la bienvenida de buena manera la voz de la señora Esther González. Montenegro explica lo delicioso que pueden ser algunas de sus ofertas, como un plato de cazón en crema de jojoto gratinado, ajíes dulces margariteños rellenos con cazón guisado, y queso guayanés. Luego del aperitivo y con un buen vaso de vino, le toca el turno a un exquisito tartar de botuto con vinagreta de erizos. Fabuloso. «Ese viene picado chiquitito».
Casa Mejillón, en La Guardia
Aquí Pilar Cabrera, chef del año 2021 por la Academia Venezolana de la Gastronomía, cocina un menú al gusto de sus comensales; precavidamente Pilar pregunta primero si hay alergias en el grupo, para tomarlo en cuenta. Entonces Álvaro cuenta que preparó unas cangrejitas “soft shell» que “se dejaban comer solitas”, pasando a unos calamares rellenos con pastel de chucho y una cazuela de mejillones espectaculares, que venían con un toque de queso azul y papitas fritas. Especifica que “las conchas tenían un color verde intenso”, trajo luego un salpicón de mariscos con botuto rebanado muy fino, acompañado de tostones. «Terminé probando un carpaccio de atún, aleta amarilla, con un pesto de alófitas y de merey, aceitunas calamata negras deshidratadas, huevo hervido, y cebolla morada».
Apostadero, en Pampatar
De la mano del afamado chef Álvaro Guzmán se llega a esta experiencia para recordar siempre. Aquí Alvaro Montenegro describe que probó y degustó el ceviche tradicional, unos dados de pescado blanco macerado en leche de tigre, con un toque de picante de rocoto, ají dulce margariteño, jengibre, y cebolla morada. «Viene acompañado con crocantes de plátano verde».
También detalla que probó el “Tuk–Tuk”, o pollo frito coreano, que se sirve bañado en salsa roja picante, piña caramelizada con canela y semillas, acompañado con arroz basmati y termina con un halago al «Phuket” de Álvaro Guzmán, churrasco de mero cocido con mantequilla y ajo, polenta de ají dulce margariteño, y queso blanco criollo.
Sin lugar a dudas … Tres gustazos !!!
Puro Vinotinto
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