La práctica del Mindfulsex nace del encuentro entre la ciencia y el placer, aplicando las técnicas específicas a la hora del tener sexo con el fin de incrementar la salud y la felicidad en quienes la practican.
De acuerdo, Emma Ribas, doctora en psicología, sexóloga clínica y autora de Mindfulsex: el sexo que revolucionará tu vida dijo a Clarín que se trata de un «cambio de paradigma», una apuesta que rompe con el modelo del «sexo convencional» para alcanzar una sexualidad consciente.
El preámbulo y las técnicas
La especialista señaló que la preparación de un espacio adecuado, así como la preparación de uno mismo es vital a la hora de realizar esta práctica.
Con referencia al lugar físico, indicó que para tener un encuentro íntimo en plenitud con otra persona es primordial preparar el espacio, ocuparse de que se convierta en algo especial. Por ello, considera que se debe tener muy en cuenta todos los elementos que pueden estimular los cinco sentidos.
Incluso, no descartó que se puedan incluir luces de colores, música, inciensos y telas suaves o aterciopeladas.
En cuanto al trabajo previo personal, manifestó que es necesario establecer una «conexión profunda» con el otro ser humano, por lo que antes se debe adoptar una actitud adecuada mental.
Para ello recomendó conectar «con nuestro interior y nuestra esencia».
1.- Conectar las miradas
Para Ribas es vital el contacto visual. Explicó que son los ojos un punto que posee un gran poder de atracción, ya que a través de ellos fluye la energía sexual; al tal punto que, «si mirás fijamente a los ojos de otra persona se puede despertar la excitación».
2.- Coordinar las respiraciones
Destacó a la respiración como una poderosa herramienta para anclar a la persona en el momento presente. A través de ella es posible desconectar la mente, estimular tu sensualidad y despertar tu sensibilidad corporal.
Además, señaló que puede tener una notable influencia sobre la «energía sexual”.
Detalló que al coordinar la respiración con la pareja se alcanza una nueva dimensión de compenetración e intimidad.
3.- Abrazos, caricias y besos conscientes
Mencionó que el contacto corporal a través de los abrazos largos y sostenidos, activan la química cerebral, al liberar una serie hormonas como la oxitocina. Esta genera una sensación de vínculo profundo con la pareja.
También, se libera la serotonina y dopamina, que reducen el estrés, proporcionan una sensación de paz y bienestar y fomentan una actitud positiva ante la vida.
Por último, Ribas explicó que los besos son responsables de un intenso intercambio energético, pues en ellos intervienen casi todos sentidos a la vez.
Aunado a ello, se impone una intimidad directa con otra persona, «al acercarnos muchísimo a su mirada y a su rostro”.
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Puro Vinotinto
Con información de medios internacionales
Fuente de imagen referencial principal: Foto de Gwen Mamanoleas en Unsplash
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