El Barça ya tiene la 11ª Champions en su poder. La sección de balonmano del club azulgrana, que por algo es la más laureada de la entidad, no acostumbra a fallar, aunque tenga que sudar como este domingo ante el Kielce polaco para alzarse con el título continental tras una apasionante final resuelta en los penaltis en el Lanxess Arena de Colonia, lleno a rebosar, con más presencia de aficionados rivales, pero con 400 seguidores catalanes que no quisieron perderse la cita con la historia; entre ellos el presidente Joan Laporta, a quien le están dando más alegrías los jugadores de balonmano que los de fútbol.
El partido fue muy igualado y jugado con mucho desgaste físico por parte de ambos equipos. El Barça, en la primera parte, trató de llevar la batuta del partido y consiguió irse en el marcador con una ventaja de tres goles hasta que los polacos igualaron el choque (12-12) cuando quedaba minuto y medio para el descanso. Aún así, los jugadores de Antonio Ortega se fueron al vestuario con ventaja de un gol (13-12).
En el tiempo extra, se mantuvo la igualdad (32-32) y todo se decidió en los penaltis
La segunda parte fue una férrea lucha entre ambos equipos que concluyó con un gol polaco que forzó la prórroga en el último suspiro (28-28). En el tiempo extra, se mantuvo la igualdad (32-32) y todo se decidió en los penaltis. El Barça, liderado por el meta Gonzalo Pérez de Vargas, estuvo más acertado en la tanda y certificó su segunda Champions consecutiva, la primera que consigue Ortega como técnico para convertirse además en la cuarta persona que alza el título como jugador y entrenador.
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PV
Con información de El Periódico, otros medios internacionales y redes sociales
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