A finales del siglo pasado, con los escándalos que surgieron en torno a la sexualidad, surgieron muchos mitos sobre la posibilidad de padecer alergias sexuales basados en suposiciones sin fundamentos científicos, aunque la realidad no es del todo alejada; existen factores que sí pueden generar reacciones físicas en el cuerpo durante o después de un encuentro sexual. Así inicia un artículo de la revista Ginecología (Obstetricia de Puerto Rico) que plantea con seriedad el tema y esto señala, a título de pregunta: ¿Es posible desarrollar alergia al sexo?
Posibles alergias relacionadas con la sexualidad
- Látex
Con el paso de los años, las campañas de prevención de las enfermedades de transmisión sexual provocaron el aumento de demanda de condones. Este aumento se relacionó en un principio con la aparición de algunos casos de alergia a los componentes de los preservativos, como erupciones y escozores en genitales tanto masculinos como femeninos.
Aproximadamente, 240 polipéptidos forman el látex, de los cuales 70 pueden despertar reacciones alérgicas. Afortunadamente, las empresas de fabricación de estos instrumentos han disminuido e incluso depurado estas sustancias, de manera que los condones actuales que son comercializados tienen poca probabilidad de desarrollar respuestas autoinmunes.
- Lubricantes
Al igual que los condones, algunos lubricantes contienen sustancias capaces de desencadenar reacciones alérgicas, como la glicerina. Los lubricantes que ofrecen diferentes experiencias como el frío, el calor tienen aditivos que pueden alterar el sistema inmunitario.
- Anticonceptivos
La liberación de hormonas puede causar acné en las mujeres. Es una condición normal cuando se tratan afecciones ginecológicas o cuando se planifica, pero siempre está la opción de la modificación del tratamiento para evitar este problema (en caso de que aparezca).
- Fluidos corporales (flujo vaginal o plasma seminal)
La alergia al semen se presenta con poca frecuencia en mujeres, quienes aseguran padecer de una leve quemazón, urticaria, edema y shock anafiláctico. Para estos casos (no frecuentes), los especialistas recomiendan el uso de preservativos para evitar contacto directo con la sustancia.
Por otra parte, las reacciones alérgicas al flujo vaginal pueden estar relacionadas con el nivel de acidez del pH que contiene. Algunos hombres aseguran haber sufrido pequeñas quemaduras en la zona genital, aunque en esos casos (infrecuentes) no se ha descartado del todo la posibilidad de que existan lesiones por hongos o bacterias.
- Dispareunia (dolores y sensibilidad)
Algunas mujeres pueden padecer un tipo de dolor que se suele presentar en el coito, proveniente de cualquier zona del área genital. Se manifiesta mediante el ardor, picor y dolor palpitante durante el sexo, que puede incluso permanecer después del acto sexual. Estudios recientes han descubierto que estas molestias pueden estar relacionadas con complicaciones físicas y/o emocionales, concluye el artículo publicado por ginecología.com
Respecto al polen, se dice que relaciones sexuales pueden mejorar ciertas alergias
El polen, las gramíneas, los ácaros o la saliva en el pelo de los animales son algunos de los detonantes de las alergias más comunes, que se repiten de forma estacional o cada vez que nos enfrentamos a aquello que nos la produce. Estos factores ambientales provocan la llamada ‘Fiebre del heno’ o rinitis alérgica, un conjunto de síntomas parecidos al resfriado (congestión, picor de ojos, estornudos y secreción nasal) que no están relacionados con ningún virus, ya que son una simple respuesta alérgica del cuerpo al agente externo. Eso señala un interesante artículo en el medio El Confidencial.
Tales molestos síntomas son un incordio (fastidio enorme) para quien los sufre. Pero parece que, pese a todo, podríamos encontrarle una vertiente positiva al asunto: tener relaciones sexuales puede venirnos muy bien.
Y es que en el año 2019 varios científicos de Irán descubrieron una relación entre el sistema nasal de nuestro cuerpo y el sistema reproductivo, publicada en la revista Medical Hypotheses. Tener sexo hace que los vasos sanguíneos de la nariz y los ojos se contraigan, lo que provoca a su vez que la nariz se descongestione y los ojos dejen de estar lacrimosos. Sina Zarrintan, uno de los neurólogos encargados de la investigación, explicó que podría servir como un medio gratuito y agradable para tratar los síntomas, como recoge LadBible y afirmaba que «se puede hacer de vez en cuando, ajustando el número de relaciones a la gravedad de los síntomas».
No obstante, otros expertos no eran tan optimistas con la recomendación: Mohammed Amin Abolghassemi Fakhre, científico de la misma universidad, ponía de relieve el problema evidente de que este remedio no es muy sencillo de aplicar si no tienes pareja o si estás fuera de casa. Además del malestar que sufren las personas con alergia, que les provoca cansancio, problemas de sueño y, en consecuencia, un descenso del apetito sexual.
Si eres capaz de superar esos obstáculos, el sexo puede ser un buen aliado y complemento para aliviar los síntomas de tu alergia (de este tipo), aunque, como explica el otorrinolaringólogo Michael Benninger, esta no es la fórmula principal para aliviar una rinitis alérgica y recuerda las más habituales para evitar problemas: «Recomiendo usar un tratamiento con antihistamínicos no sedantes o un esteroide intranasal dos o tres semanas antes de que comience la época de alergia. Cuanto antes te trates, menos dificultades habrá».
Y, como siempre recordamos, además de tener la posibilidad de practicar sexo para aliviar los síntomas, cuando tengas síntomas de alergia debes consultar con tu médico la mejor forma de tratarlo, concluye elconfidencial.com
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Puro Vinotinto
Con información de la revista Ginecología y portal El Confidencial
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