La organización de los Yankees de Nueva York modificó su política sobre el vello facial y en adelante le permitirá a sus jugadores y cuerpo técnico usar barba, informó el presidente y socio gerente del equipo, Hal Steinbrenner.

En un comunicado, Steinbrenner precisó que esta decisión fue consensuada con exjugadores y actuales miembros del equipo, quienes aportaron sus opiniones al respecto.

«En las últimas semanas he hablado con un gran número de ex y actuales Yankees, de varias épocas, para conocer sus puntos de vista sobre nuestra política de vello facial y cuidado personal, y agradezco sus comentarios sinceros y variados», explicó.

Las conversaciones «son una extensión de un diálogo interno en curso que se remonta a varios años atrás», dijo el principal ejecutivo de Yankee Global Enterprises, propietaria de los Yankees, quien indicó que, al tener la decisión en sus manos, apoyó la modificación en esta regla.

En última instancia, agregó, la decisión final recae en él y, «después de una gran reflexión, modificaremos nuestras expectativas para permitir que nuestros jugadores y personal uniformado tengan barbas bien cuidadas en el futuro».

«Es el momento adecuado para dejar atrás la comodidad familiar de nuestra política anterior», expresó Steinbrenner.

Una política «militar»

La regla surgió en 1973, cuando el fallecido George M. Steinbrenner compró a los Yankees.

«El Jefe», como era conocido el propietario del conjunto neoyorquino, quien tenía un fuerte arraigo por las reglas militares sobre el uso del vello facial y del pelo largo, entendía que dichas normas servían para imponer el orden y disciplina necesaria en los atletas.

La misma expresa que «todos los jugadores, entrenadores y ejecutivos varones se les prohíbe exhibir cualquier tipo de vello facial que no sea el bigote [excepto por motivos religiosos], y el pelo de la cabeza no puede crecer por debajo del cuello”, se lee en un pasaje del manual del jugador del equipo. «Las patillas no están específicamente prohibidas», según el mandato.

La regla provocó que jugadores como Johnny Damon, Jason Giambi o Gerrit Cole, más recientemente, tuvieran que modificar su corte de cabello y afeitar sus barbas al llegar a unirse a los Yankees.

La evidencia de que esta imposición no era popular entre los jugadores, es que un gran número de los que han salido de los Yankees, se han dejado crecer la barba, como son los casos del cubano Aroldis Chapman, el dominicano Gary Sánchez o el venezolano Gleyber Torres, quien fue el segunda base del conjunto durante muchos años, ahora con los Tigres de Detroit.

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Puro Vinotinto

Con información de medios internacionales y redes sociales

Fuente de imagen referencial: Archivo

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