Acercamos a nuestros lectores y usuarios otro interesante artículo de Ricardo Ferrer (@108_seams), quien se destacó como beisbolista profesional, y también ahora como coach y preparador deportivo certificado, él analiza y brinda orientación desde su voz experta en temas relacionados con el acontecer formativo y pasión por la pelota en la gran carpa. Nuestro reconocimiento y sentido aplauso por el siguiente análisis y opinión, que invitamos a leer y compartir.
En Latinoamérica y Estados Unidos, los caminos hacia las Grandes Ligas son drásticamente diferentes, cada uno con sus propios retos y sacrificios. En Norteamérica es muy común encontrar casos de jóvenes con la posibilidad de alcanzar la cima sin dejar de lado su educación. En contraste, muchos niños de Latinoamérica abandonan sus estudios desde edades tempranas, sacrificando su futuro por una oportunidad efímera en el béisbol profesional.
Esto conduce a hacernos una pregunta: ¿Cuál es el verdadero costo de perseguir el sueño del béisbol?
El proceso de Firma Internacional
Con el paso de los años, el proceso de Firma Internacional en el béisbol se ha vuelto cada vez más complejo y competitivo, particularmente para los jóvenes talentos en Latinoamérica. Hoy en día, jugadores de apenas 13 años deben demostrar habilidades comparables a las de peloteros de 16 o 18 años para captar la atención de los equipos. Esto crea un entorno en el que los prospectos con un desarrollo físico o técnico más tardío suelen quedarse sin oportunidades, ya que los presupuestos de los equipos para estas firmas suelen asignarse de manera anticipada a jóvenes con talento élite.
Tal presión extrema ha llevado lamentablemente a prácticas cuestionables: en algunos casos, por ejemplo, agentes suministran esteroides a jugadores menores de edad con el fin de aumentar su rendimiento y asegurar contratos. Esto, además de ser perjudicial para la salud de los jóvenes, refleja las consecuencias de la intensa competencia en este mercado.
A pesar de dicho panorama, es relevante destacar que hay numerosos jugadores en las Grandes Ligas cuyo desarrollo ocurrió más tarde, entre los 17 y 19 años. Por ejemplo, el lanzador zurdo de Grandes Ligas Framber Valdez firmó a los 21 años y hoy en día es una estrella. Sin embargo, en la actualidad, muchos scouts consideran que un prospecto de 16 o 17 años ya es “demasiado viejo” para invertir en su desarrollo, lo que cierra las puertas a jóvenes que aún tienen un gran potencial por desarrollar.
Otro aspecto preocupante es el sacrificio educativo de estos niños. Desde edades tan tempranas como los 10 años, muchos abandonan la escuela para dedicarse exclusivamente al béisbol, sacrificando su infancia y formación académica por perseguir este sueño profesional.
El Draft de béisbol en EE.UU.
El proceso del Draft en Estados Unidos no es tan accesible como podría parecer. Solo 1 de cada 200 jugadores de secundaria logra llegar a las ligas menores, lo que equivale al 0.05% de los aspirantes. Para ser seleccionado, los jugadores deben competir con miles de prospectos, de los cuales solo 600 serán elegidos anualmente.
Una ventaja significativa para los jugadores estadounidenses es que ellos no suelen abandonar sus estudios mientras se preparan para el béisbol, ya que combinar deporte y educación es una norma. Esto les proporciona una formación integral que abarca no solo el desarrollo físico y técnico, sino también la madurez mental, la educación financiera y otras habilidades necesarias para afrontar una carrera profesional. Además, la edad promedio de los participantes en el Draft está entre los 18 y 24 años, lo que les da más tiempo para desarrollarse y destacar.
En caso de no ser seleccionados en el Draft, los jugadores estadounidenses todavía tienen la oportunidad de continuar sus estudios y obtener un título universitario, lo que les brinda una alternativa sólida y mejora su preparación para la vida fuera del béisbol.
Reflexión final
La comparación entre la Firma Internacional y el Draft en Estados Unidos evidencia notables diferencias en el desarrollo de talentos jóvenes. Mientras los jugadores latinoamericanos enfrentan sacrificios extremos desde edades tempranas, los estadounidenses cuentan con un sistema más equilibrado que permite su desarrollo tanto dentro como fuera del campo.
Al final del día, el éxito en el béisbol no debería requerir el sacrificio de una educación completa ni la salud de nuestros jóvenes; necesitamos un sistema que balancee desarrollo atlético y académico, produciendo mejores jugadores e individuos más preparados para enfrentar el campo de la vida.
El autor
Ricardo Ferrer es un beisbolista profesional con más de 14 años de trayectoria, certificado como coach y preparador deportivo.
En el año 2006 fue firmado por los Rockies de Colorado como uno de los mejores 10 prospectos a nivel mundial.
En Venezuela ha sido ganador del «Pitcher del año» (2011-2012) con Leones del Caracas y campeón de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) con Águilas del Zulia (2016-2017).
Redes sociales: @108_seams
Puro Vinotinto
Fuente de imagen referencial principal: Eduardo Balderas en Unsplash