En su web 42 kilómetros, Ernesto Linzalata, periodista y maratonista, explica resumidamente a sus visitantes -con fluidez y sentido práctico- qué es la propiocepción; interesante tema vinculado a la práctica deportiva:

Al cerebro llegan un sinfín de órdenes provenientes de las articulaciones y músculos sobre su posición exacta. Esa capacidad que tiene el cerebro de conocer el lugar, sin margen de error, de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento se conoce como propiocepción.

En este sistema propioceptivo se procesan y se interpretan todas esas órdenes que a través del sistema nervioso central instruyen a los músculos a contraerse, a los ligamentos a cómo hacer un buen sostén entre huesos y a toda la cápsula articular para resistir cualquier tracción, torsión, vibración o golpe. De este modo el movimiento es más eficaz.

Imagen referencial B
Imagen referencial de ejercicios propioceptivos

Al trabajar la propiocepción en las sesiones de entrenamiento, el cuerpo se prepara para situaciones que puedan conducir a una mayor exigencia muscular o de ligamentos, de manera que cuando sucedan haya una respuesta adecuada, sin ningún movimiento exagerado.

¿Has conocido a alguna persona que al correr por la calle mete el pie en un hueco? Seguramente sí. Este mal paso impacta la estabilidad del tobillo, que puede responder bien si los ligamentos están fuertes. Cuanto más desarrollado esté el sistema propioceptivo, mejor y más rápida será la respuesta del organismo, minimizando así los problemas que genera un movimiento inesperado, agrega Linzalata en https://42kilometros.com

Foto propiocepcion
Trabajando la propiocepción se busca lograr un movimiento más eficaz

Los entrenamientos para desarrollar este sistema se basan en trabajos sobre superficies inestables, que obligan al equilibrio y en consecuencia a mejorar su reacción ante hechos imprevistos.

Uno de los ejercicios más sencillos es colocarse sobre una pierna, cerrar los ojos y tratar de mantener el equilibrio. Al perder la referencia visual, el cuerpo se balanceará y se producirán movimientos para no perder el equilibrio, los que terminan fortaleciendo las zonas involucradas.

ernesto linzalata

Otro, es correr descalzo en la playa o por la grama. En estas superficies, el cuerpo trabaja de manera permanente para buscar su estabilidad.

Ernesto Linzalata / Periodista y maratonista

Tomado y con información de 42kilómetros

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